Se denomina fascitis a la inflamación de la fascia plantar en su inserción en la tuberosidad medial del calcáneo. En la actualidad este término se ha sustituido por el de fasciosis, ya que tras diversos estudios anatomopatológico, se ha demostrado que también se produce un proceso de degeneración en dicha fascia. La fascitis/fasciosis se produce como consecuencia de un exceso de tensión en la fascia que provoca pequeñas microrroturas en su inserción a nivel del calcáneo. Esta zona se puede calcificar formando el espolón.
Suele ser un dolor agudo que empeora tras un periodo de reposo (primeros pasos de la mañana), que mejora con la actividad pero empeora al final del día.
El tratamiento conservador con soportes plantares funcionales, fisioterapia, vendajes e infiltraciones es fundamental y solo se debe recurrir al quirúrgico si este fracasa.